sábado, 6 de abril de 2013

Setenta años de "El principito" se merecen una reseña

Hoy se cumplen setenta años de la publicación de la obra más conocida de Antoine de Saint-Exupéry, "El principito". Hace muchos años fue la primera obra que tuve que leer en el colegio para la asignatura de francés, y por tanto, lo leí en su idioma original. Después, he podido hacerlo en castellano varias veces. Hoy ha sido la última por el momento. Para homenajear esta obra maestra de la literatura, y para aprender algo más, porque cada vez que uno lee este libro, aprende algo nuevo.

Autor:

(de Wikipedia)

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry (Lyon, 29 de junio de 1900 – Mar Mediterráneo, cerca de la costa de Marsella, 31 de julio de 1944) fue un escritor y aviador francés, autor de la famosa obra El principito, nacido en una familia noble de Lyon.

El 30 de diciembre de 1935 a las 14:45, después de un viaje de 19 horas y 38 minutos, Saint-Exupery junto con su navegador Andre Prevot tuvieron un aterrizaje forzoso en la parte de Libia del desierto del Sáhara en camino a Saigón. Su avión era un Caudron C-630 Simoun n7041 (matrícula F-ANRY). El equipo estaba tratando de volar desde París a Saigón en menos tiempo que cualquier piloto lo había hecho, por un premio de 150.000 francos. Ambos sobrevivieron al aterrizaje pero sufrieron los estragos de la rápida deshidratación en el Sahara. No tenían idea de su ubicación. De acuerdo a sus memorias, lo único que tenían para alimentarse eran uvas, dos naranjas y una pequeña ración de vino. Ambos experimentaron alucinaciones visuales y auditivas. Para el tercer día estaban tan deshidratados que dejaron de transpirar. Finalmente, al cuarto día, un beduino en camello los descubrió, salvándoles la vida. El relato Tierra de hombres (Terre des hommes), es una referencia a esta experiencia.

Después de 27 meses en América del Norte, Saint-Exupéry regresó a Europa para volar con las Fuerzas francesas libres y luchar con los Aliados en un escuadrón basado en el Mediterráneo. Con 43 años, no sólo era más viejo que la mayoría de los hombres en servicio, sino que también sufría dolores, debido a sus múltiples fracturas. Fue asignado con algunos otros pilotos a un escuadrón de cazas bimotor P-38 Lightning, que un funcionario describió como aeronaves "desgastadas por la guerra, sin condiciones de aeronavegabilidad". Después de destrozar un P-38 debido a una falla de motor en su segunda misión, se quedó en tierra durante ocho meses, pero fue reinstalado en misiones de vuelo por la intervención personal del General Eisenhower. Charles de Gaulle públicamente afirmó que Saint-Exupéry apoyaba a Alemania. Deprimido por esto, el piloto comenzó a beber en exceso.

La última misión de reconocimiento de Saint-Exupéry fue recoger información de inteligencia sobre los movimientos de las tropas alemanas en el valle del Ródano y sus alrededores antes de la invasión aliada del sur de Francia ("Operación Dragoon"). En la noche del 31 de julio de 1944, despegó a bordo de un P-38 sin armamento de una base aérea en Córcega, y no regresó. Una mujer informó haber visto el 1 de agosto un accidente aéreo alrededor del mediodía, cerca de la Bahía de Carqueiranne junto a Tolón. Un cadáver sin identificar usando insignias franceses fue encontrado varios días después al este del archipiélago Frioul al sur de Marsella y enterrado en Carqueiranne en septiembre.

En 1998, un pescador llamado Jean-Claude Bianco encontró, al este de la isla de Riou, al sur de Marsella, una pulsera de plata de identidad (gourmette) con el nombre de Saint-Exupéry y de su esposa Consuelo y sus editores, Reynal y Hitchcock, enganchado a un trozo de tela, probablemente de su traje de vuelo. En 2000, un buzo llamado Luc Vanrell encontró los restos de un P-38 Lightning esparcidos en el fondo del mar frente a las costas de Marsella, cerca de donde se encontró el brazalete. Los restos del avión fueron recuperados en octubre de 2003. El 7 de abril de 2004, investigadores del Departamento de Arqueología Subacuática confirmaron que los restos del avión encontrados eran, ciertamente, los del P-38 F-5B de reconocimiento de Saint-Exupéry. No se encontraron marcas o agujeros atribuibles a disparos. Sin embargo esto no fue considerado significativo, ya que sólo se recuperó una pequeña parte de la aeronave. En junio de 2004, los fragmentos fueron entregados al Museo del Aire y del Espacio en Le Bourget.

La ubicación del lugar del accidente y el brazalete está a menos de 80 km por mar de Carqueiranne, donde se encontró el cadáver del soldado francés desconocido, por lo cual es plausible, aunque no se ha confirmado, que el cadáver fue llevado hasta ahí por las corrientes marinas tras el accidente.

En marzo de 2008, Horst Rippert (hermano del cantante Iván Rebroff), de 85 años de edad y expiloto de la Luftwaffe narró a La Provence, un periódico de Marsella, que atacó y derribó un P-38 Lightning el 31 de julio de 1944 en la zona donde se encontró el avión de Saint-Exupéry. Rippert, que estaba en una misión de reconocimiento sobre el mar Mediterráneo, dijo que vio y atacó a un P-38 con un emblema francés, cerca de Tolón.10 Rippert, que dijo haber visto como se estrelló el P-38 en el mar, fue el segundo veterano de la Luftwaffe en afirmarlo públicamente, luego que Robert Heichele mencionara en 1981 que él derribó el avión de Saint-Exupéry.

Tras la guerra, Horst Rippert fue reportero de televisión y dirigió la sección deportiva del canal ZDF. Publicó un libro donde mencionaba el posible derribo de Saint-Exupéry La historia de Rippert no es verificable y fue recibida con criticismo por algunos investigadores franceses y alemanes.

En el sexagésimo aniversario de la muerte de Saint-Exupéry, se realizaron dos ceremonias conmemorativas en Marsella y en el aeropuerto de Bastia en Córcega, cercano al lugar donde ocurrió la muerte y el último despegue del aviador respectivamente; se colocaron flores y se celebró una misa a la que asistió un familiar del aviador.

En Buenos Aires, donde conoció a la que más tarde sería su esposa, Consuelo Suncín, fue nombrado director de la Aeroposta Argentina, filial de la Aéropostale, donde tuvo la misión de organizar la red de América Latina. Tal es el marco de su segunda novela, Vuelo nocturno. En 1931, la bancarrota de la Aéropostale puso término a la era de los pioneros, pero Saint-Exupéry no dejó de volar como piloto de prueba y efectuó varios intentos de récords, muchos de los cuales se saldaron con graves accidentes: en el desierto egipcio en 1935, y en Guatemala en 1938.

Obras:

1926 — El aviador (L'aviateur)
1928 — Correo del Sur (Courrier du Sud)
1931 — Vuelo nocturno (Vol de Nuit)
1939 — Tierra de hombres (Terre des Hommes)
1942 — Piloto de guerra (Pilote de Guerre)
1943 — El principito (Le Petit Prince)
1944 — Carta a un rehén (Letter to a Hostage)
1948 — Ciudadela (Citadelle)
1953 — Notas de la Juventud (Lettres de jeunesse)
1953 — Cuadernos (Carnets)
1955 — Cartas a su madre (Lettres à sa mère)
1982 — Escritos de la guerra (Écrits de guerre)
2007 — Manon, la bailarina (Manon, danseuse)
2008 — Cartas a lo desconocido (Lettres à l'inconnue)
Nota: Las obras desde Ciudadela hasta las más recientes han sido publicadas póstumamente.

Datos técnicos:

Título: El principito (Le petit prince)
Autor: Antoine de Saint-Exupéry
Editorial: Quintero
Encuadernación: Tapa blanda
Tamaño: 11 x 18 cm
Páginas: 97
Fecha de publicación: 6 de abril de 1943 (2003 para esta edición)
ISBN:  9788495971760
Precio: 5,95 euros

Sinopsis:

(de Wikipedia)

En este libro, un aviador —Saint-Exupéry lo fue— se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B 612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo a una serpiente y a un zorro, y después al mismo aviador.

Mi opinión:

Es una de las obras maestras de la literatura del siglo XX y universal. Un precios cuento que es una metáfora del hombre y de la naturaleza, del mundo en definitiva. Es la obra maestra del autor, y uno de los libros más leídos en todo el mundo y creo que el análisis sobra cuando lo que uno hace con él es disfrutar y pensar.

Con "El principito", como con "el Quijote" y obras de este nivel, no me atrevo a hacer ningún tipo de crítica, porque no son obras que pertenezcan al autor, porque ya son de los lectores, de los muchos lectores que hemos tenido el placer de sumergirnos en sus páginas.

Esta entrada es un homenaje a los setenta años de la obra cumbre de Saint-Exupéry y había que releerla y ensalzarla. Y hoy en día que la tecnología, los juegos, las consolas y tantas otras cosas hacen que los niños no lean lo que sería deseable, recomiendo que en todas las escuelas y en todas las casas haya un ejemplar de este libro para que todos los niños puedan disfrutar y aprender de esta extraordinaria aventura.

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