lunes, 1 de abril de 2013

"Buenos días, tristeza" de Françoise Sagan, maravilla adolescente

Sigo con mis lecturas dentro de la iniciativa "Mes en femenino" del blog Momentos de silencio compartido. En este caso me he ido a un clásico, "Buenos días, tristeza" de Françoise Sagan. Llevada al cine por Otto Preminger es la novela debut de la autora y ha sido considerada por muchos como la "madre" de la novela erótica que surgió con fuerza en los ochenta y que ahora resurge con inusitada fuerza en las librerías de todo el mundo. Una pequeña maravilla que merece la pena leer.

Autora:

Françoise Sagan (Seudónimo literario de Françoise Quoirez; Cajarc, Lot, 1935 - Honfleur, Normandía, 2004) Escritora francesa, icono entre los intelectuales de los años cincuenta y sesenta. Su primera novela, "Bonjour tristesse" (1954), la hizo famosa en pocas semanas y por ella obtuvo el codiciado Prix des Critiques. Esta historia de una adolescente privilegiada con opiniones precoces acerca del amor, el sexo y los códigos morales al uso fue llevada en 1958 a la gran pantalla por el realizador Otto Preminger, con Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven como personajes principales. En aquella época, consciente ya de que su vida desenfrenada la llevaba a una prematura decrepitud, la autora se sometió a varias curas de desintoxicación. Sin embargo, no tardaría mucho en volver a las andadas.

Con su segunda obra, "Un certain sourire" (1956), la joven novelista confirmaba las esperanzas que había suscitado. Al relatar la historia de una joven que se enamoró de un caballero casado, de edad suficiente para haber sido su padre, dio muestras, por segunda vez, de una maestría literaria asombrosa, a pesar de graves defectos en la concepción de sus personajes y en el desarrollo de la trama. Su estilo narrativo, personalísimo, no conocía prejuicios. A los 20 años, Françoise Sagan gozaba de una fama que ningún novelista había alcanzado a aquella edad.

Sagan siguió publicando no sólo novelas, sino también obras de teatro, desde que en 1960 se estrenara en este género con "Château en Suède", que supuso en su carrera teatral el equivalente de Bonjour tristesse en la ficción y que se representó en el teatro L’Atelier. Aquel año inició su colaboración en L’Express y se ganó la animadversión del gobierno francés por su militancia («por razones humanitarias») contra la tortura en Argelia. Otras de sus obras teatrales fueron "Il fait beau jour et nuit" (1978), "Le chien couchant" (1980) y "L’excès contraire" (1987).

Antes de retirarse por incapacidad, aún escribió varias novelas, algunas de las cuales tuvieron más éxito de ventas por el nombre de la autora que por su calidad literaria: "La laisse" (1989), "Un orange immobile" (1989), "Les faux-fuyants" (1991), "Un chagrin de passage" (1993) y, finalmente, "Le miroir égaré" (1996), un triángulo amoroso y disonante entre una viuda millonaria y una joven pareja de intelectuales.

Datos técnicos:

Título: Buenos días, tristeza
Autor: Françoise Sagan
Editorial: MDS BOOKS
Colección: Biblioteca El Mundo
Encuadernación: Tapa dura con cubierta
Tamaño: 12.5 x 21 cm
Páginas: 127
Fecha de publicación: 1954 (2002 para esta edición)
ISBN:  8496075354
Precio: 6.00 euros

Sinopsis:


Cécile, una deliciosa joven de 17 años, es la mejor camarada de su padre, un otoñal seductor. Mientras dilapida su tiempo y su dinero en múltiples lujos, la existencia de esta singular pareja es tan grata como la del resto de los ociosos de la Costa Azul. Pero, aunque no hay secretos entre ambos, aunque uno y otro intercambian pareceres sobre sus respectivas conquistas amorosas, la tristeza puede surgir inesperadamente.

Mi opinión:

¿Qué decir? La autora tenía diecinueve años cuando escribió esta maravilla, y por
tanto está casi todo dicho. Retratando a la perfección los caprichos de los "ricos" desocupados y hartos de todos los placeres, la despreocupación de los padres por lo que puedan o no hacer sus hijos adolescentes... Y cuando aparece el amor verdadero, la tranquilidad, la estabilidad... llega el miedo y se hace lo que sea preciso para que todo siga igual. Estilo muy adulto para la edad que tenía Françoise Sagan, traducido con precisión por Javier Albiñana..

Sin llegar a ser una novela erótica, ya que no se para en las descripciones de los momentos de sexualidad y sensualidad, sí es una novela llena de ambas cosas aunque no sea de manera explícita. Es una fábula moderna, casi contemporánea, que acaba mal, como todas las fábulas, y que tiene su moraleja, como todas las fábulas. Sencillamente, magistral.

Y recomendable cien por cien, como no podía ser de otro modo. 

Gazapos, errores y otras cosas:

Nada de nada. Así da gusto leer...

Françoise Sagan en Wikipedia


Esta reseña se enmarca en la iniciativa Mes en femenino del blog Momentos de silencio compartido

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho esta autora, fue la primera novela suya que leí y me gustó mucho el tono =)

    Besotes

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    Respuestas
    1. Sí, además tenía diecinueve años cuando la publicó. Es una auténtica grande... Gracias y besos...

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