lunes, 28 de junio de 2010

"Acuérdate de vivir", el nuevo disco de Ismael Serrano

Ismael Serrano es uno de los más sólidos valores de la canción de autor en España, si bien está mucho más reconocido en paises latinoamericanos como Chile o Argentina. Este madrileño que dejó la carrera de Fñisicas para dedicarse a la música tiene ya en el mercado un buen puñado de discos donde destacan las letras reivindicativas, costumbristas, y también de amor.

El título del disco viene de una vieja leyenda, "memento vivere", y en él encontramos quince temas muy de Ismael, de un Ismael maduro que vuelve a jugar con los ritmos a los que siempre ha sido fiel. El primer single, "Podría ser", es una exaltación de esas personas que buscan una vida mejor y dejan lo mejor de sí mismos en ello. Un hermoso tema que nos habla de que el futuro será mejor para todos.

En su página web, http://www.ismaelserrano.com/ , podéis encontrar toda la información sobre Ismael, su discografía, sus conciertos, etc. También en redes sociales como Facebook podéis encontrarle. Yo, de momento, tengo el disco, y como por Madrid estará en septiembre en Rivas-Vaciamadrid, intentaré conseguir una entradita...



domingo, 27 de junio de 2010

Lampard como Michel

Aunque el fútbol es una de mis pasiones, no estoy hablando del Mundial de Sudáfrica, salvo un poco más abajo la entrada sobre las vuvuzelas, porque sería demasiado cansado tirarse un mes seguido hablando sólo de fútbol. Pero hoy he visto una jugada que me recordó a otra muy similar y que perjudicó gravemente a la selección española en el Mundial de México en 1986.


En el 86, Michel saca un tiro desde fuera del área, pega en el larguero y bota en el suelo al menos medio metro dentro de la portería. Se nos quedó cara de tonto a los españoles, y los brasileños siguieron adelante su camino en aquel Mundial. Y hoy, el inglés Frank Lampard también lanza desde fuera del área, el balón pega en el larguero y bota al menos medio metro dentro de la portería. Casi exactamente igual que el gol de Michel.


Esto unido a otros muchos errores arbitrales hacen que me pregunte y os pregunte a vosotros. ¿Es posible que en el siglo XXI, con todos los adelantos técnicos que existen, el fútbol pueda mantenerse anclado en el pasado y no utilizarlos para mejorar en estos aspectos? A ver si los señores de la FIFA y sus federaciones asociadas comprenden que la gente se juega mucho en estos eventos y no se puede jugar con los sentimientos y el dinero de los protagonistas y de los que pagan.

¡Quién lo hubiera disfrutado!

Estuve hace unos días en el Teatro Francisco Rabal de Pinto asistiendo al concierto de fin de curso de la Escuela Municipal de música, donde mis sobrinos Sergio y Verónica tocan el bajo eléctrico y la guitarra clásica respectivamente. Casi tres horas de concierto para mostrar los progresos de las distintas aulas en las que más de cien alumnos cursan sus estudios musicales cada año. Entre las notas reflexionaba sobre lo que tienen estos niños y lo que tuvimos nosotros a su edad. Y sentí envidia, una envidia sana pero envidia al fin y al cabo, porque recordaba los medios de que disponen ahora y de los que dispusimos los críos de mi generación.

Al igual que mis sobrinos, me gustaba la música, pero n había una escuala ni una academia donde ir, además de que el salario de mi padre no permitía un regalo como una guitarra. Así que lo mucho o poco que sé es lo que he podido aprender por mi cuenta y con mucho esfuerzo. Hoy tienen una bonita escuela de música con todos los medios imaginables, un auditorio, un teatro, y afortunamdamente, los salarios, aún no siendo maravillosos, permiten la compra de un instrumento musical a las familias. Con todo esto, los niños nos superan con facilidad y el orgullo supera a la envidia sana.

El único local cultural que a la edad de Verónica pude disfrutar fue un pequeño cuarto en la Plaza de la Constitución, donde unos años antes estuvo la sede de la OJE, y que disponía de un par de sillones de skay negro, cuatro o cinco sillas, dos mesas de formica, dos o tres tableros de ajedrez con sus respectivas piezas y un tocadiscos con varios singles, entre los que que destacaba aquel "Rivers of Babylon" de Boney M. Lo mismo pasaba con el atletismo que también me gustaba y practiqué, con el bueno de José Alberto Pacheco como entrenador, un notable cuatrocentista y ochocentista nacido en Pinto y que llegó a defender los colores de la selección española en un campeonato de Europa.

Teníamos a nuestra disposición las instalaciones del gimnasio del Colegio Onésimo Redondo -hoy El Prado-, colegio en el que estudié la EGB, que nos servía para hacer partes del entrenamiento, y tener la ropa a salvo de posibles sustracciones. Además, el campo, los caminos de tierra entre Pinto y Getafe, Parla o Valdemoro. Aún así, no lo hacíamos mal, y en alguna competición demostramos nuestro potencial. Una "pista" cavada con una azada, de trescientos metros de cuerda era nuestro último lugar de entrenamiento para aprender a correr en grupo. Y esto era en atletismo, pero otros deportes, ni eso teníamos. Recuerdo cómo empezamos con el fútbol sala jugando en pistas pintadas en plena calle, igual que en balonmano. Cualquier cosa por conseguir jugar a nuestros deportes favoritos, sin medios, pero también sin miedo. Quien sea de mi generación y lea esto recordará los partidos de baloncesto en la cancha que había detrás de la iglesia de Santo Domingo de Silos, regados con litronas o calimocho que comprábamos en la bodega La Alegría...

Hoy, qué decir de las instalaciones deportivas. Césped artificial en el Amelia del Castillo, el campo de toda la vida, pero muy remozado para que el Atlético de Pinto pueda jugar sus partidos de Tercera División. Pabellones deportivos cubiertos, campos de fútbol 7 tanbién con césped artificial, estadio de atletismo, pistas de padel, circuito de karts, frontón y pared de escalada, pistas para patinar, etc., etc. Un sinfín de instalaciones deportivas y culturales que sirven para que nuestros jóvenes lo tengan más fácil, y en el caso de que no valgan para vivir de ello profesionalmente, sí puedan ser personas más sanas.

Yo tengo envidia sana por no haber podido disfrutar de todo esto, porque aunque todavía puede hacerlo, evidentemente, se han perdido muchos años y ya no podré comprobar si hubiera valido para ser un buen músico o un buen atleta. Ahora me queda el orgullo de ver a la pequeña Vero tocar maravillosamente su guitarra, y a Sergio que, al menos él sí, disfruta tocando el bajo encima de un escenario con su grupo.

domingo, 20 de junio de 2010

Manute Bol, ha muerto un gigante

Todavía recuerdo la primera vez que leí sobre este jugador de baloncesto. Parece ser que un primo suyo que fue a estudiar a Estados Unidos comentó en la universidad que tenía un primo que medía 2,31 m, con lo que se puso en marcha la maquinaria para llevarlo a una cancha. Lo importante no era si estaba físicamente preparado, si sabía jugar al baloncesto o simplemente lo que era un balón. Lo unico que importaba eran los muchísimos centímetros que había entre el suelo y su cabeza...

El caso es que la leyenda urbana cuenta que cuando llegó a Estados Unidos y le dieron un balón, a los 18 años, fue a hacer un mate y se dejó los dientes en el aro, y esa era la noticia que yo leí en su día. Años antes un chino que murió prematuramente llamado Mu-Tie-Zhu fue el primer gigante del baloncesto con cierto calado mediático. Más recientemente, George Muresan o Yao Ming demuestran que se puede jugar a este deporte con estaturas muy importantes y además ser buenos.

Pero fue el desgarbado y delgadísimo Manute Bol el primero que jugó en la NBA moderna. Ayer, con 48 años, nos ha dejado. En la ruina, como tantos otros, se va el gigante que llegó a la NBA desde Sudán sin saber nada, ni siquiera de baloncesto...

miércoles, 16 de junio de 2010

Vuvuzela, un dolor de cabeza

Ya tenía previsto escribir algo sobre este curioso "instrumento musical" que hace algún tiempo prolifera en las canchas deportivas, sobre todo en el fútbol, y con más insistencia y en mayor número en Sudáfrica, donde se celebra el Campeonato del Mundo de Fútbol de la FIFA. Digo esto porque no es consecuencia del mal resultado de "la roja" frente a Suiza, que no es más que una consecuencia de lo que casi siempre nos pasa a los españoles, que nos creemos los mejores del mundo y es cuando nos pegan una torta que nos parte la cara.



Pero no es de eso de lo que iba a hablar esta tarde, sino del ruido insoportable que produce la vuvuzela, que en zulú significa algo así como "baño de sonido", Tiene su gracia, porque lo que parece es el zumbido de una abeja, o un elefante barritando, o incluso, como decía ayer mi sobrino, una carrera de Fórmula 1. He leido por ahí que el ruido que produce un avión supersónico está entre los 120 y los 130 decibelios, mientras que el artilugio que nos ocupa produce un ruido de unos 127. Está claro que es casi insoportable por unos segundos, pero imaginad lo que suponen 90 minutos sin parar de escucharlo, porque el de al lado, el de delante, el de detrás, y la mayoría de los seguidores de un estadio no paren de hacer sonar sus vuvuzelas. También leí el otro día que se habían agotado los tapones que vendían para que la gente pudiese ver los partidos amortiguando el sonido. Resulta que los que venden ahora amortiguan 20 decibelios menos y son más caros que los primeros. ¿Nos estamos volviendo locos?


No es la vuvuzela el único artilugio que se puede "disfrutar" en los estadios, sino también las bocinas de aire comprimido que se pueden comprar en cualquier tienda de recambios para el automóvil y que también sirven para destrozar los tímpanos de cualquiera.



Y como en este pais en el que nos ha tocado vivir cogemos todas las costumbres que nos vienen de fuera siempre que sean malas, o al menos no sean las adecuadas, seguramente que a partir de este Mundial de Sudáfrica, en los estadios españoles empezarán a proliferar estos juguetitos destrozadores de tímpanos y de aficiones futboleras. Espero que no, pero estoy temblando...

Y dicho todo esto, y respecto al primer partido de España, una especie de refrán que dice que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios... Esperemos que tengan razón...

lunes, 14 de junio de 2010

"El viaje al poder de la mente" de Eduardo Punset

Esta misma mañana he terminado de leer este interesante libro del ex político y divulgador científico cantalán. Un hombre, Eduardo Punset, que tuvo un destacado papel en la transición democrática española y que fue eurodiputado. Pero su gran pasión es la ciencia, y desde hace ya bastante tiempo presenta un interesantísimo programa en La 2 de Televisión Española, titulado "Redes". La pena es que, además de no darlo en la primera cadena, se emite los domingos y a un horario en que poca gente mira la televisión. Pero una semana tras otra nos encontramos con temas interesantísimos que Eduardo Punset nos acerca de forma amena y comprensible.

El libro que nos ocupa en esta ocasión es el tercero de una trilogía compuesta por, además de este, "El viaje a la felicidad" y "El viaje al amor". En esta obra, Punset nos lleva de la mano hasta lo más profundo de nuestro cderebro, mostrándonos la capacidad que este extraordinario órgano tiene para poder cambiar el mundo a su alrededor. Con un lenguaje llano y comprensible para todos, sin entrar en grandes detalles, nos sumerge en un mundo fascinante cuyo destino final es conocer el origen del hombre, su pasado, y lo que es más importante, el futuro que le espera.

Un libro que recomiendo a quienes, como a mí, aman la ciencia, pero no se cierran a lo ya existente, están abiertos a otras posibilidades. Pero también un libro que recomiendo a quienes nada saben sobre ciencia, pero tienen la inquietud suficiente como para querer saber quienes somos los seres humanos.

¡No pesan los libros, pesan las bolsas!

Había quedado con Andrea en Sol a las 11 de la mañana. Nubes y claros en el cielo por lo que no sabía si se torcería la mañana, pero empezó bien cuando comprobé que ella había llegado a nuestro punto de encuentro un poco antes que yo -la puntualidad no es una de las virtudes de mi querida Andrea- y que además, el sol no calentaba demasiado, con lo que nuestro paseo por la Feria del Libro en el Parque del Retiro prometía no ser demasiado cansada. Pero había un inconveniente, siempre lo hay, y es que Andrea traía unos buenos tacones, que no es precisamente el calzado ideal para recorrer más de trescientas casetas de libros sorteando a gentes de toda edad y condición, acompañadas de bicicletas, carritos de bebé, patinetes o perros de distintos tamaños...

El caso es que empezamos nuestro periplo y comenzó a subirme ese deseo que siempre tengo de comprar todo lo que tenga lomo, tapas y páginas. Pero la verdad es que me contuve bastante, dejando algunos deseos de lado hasta que apareció ante mis ojos "El tiempo de costuras" de María Dueñas. Más adelante comprobé que firmaba en otra caseta, con lo que me quedé sin firma. A todo esto, Andrea empezó a comprar algunos ejemplares, cogiéndome alguna ventaja, hasta que vi el libro de Alfredo Relaño "366 historias del fútbol mundial", que además, firmaba el autor. Aproveché, hice mi segunda adquisición de la jornada, en esta ocasión con firma incluida, y una pequeña charla con Alfredo sobre la selección y Raúl. Mientras él mantiene que Luis sacó a Raúl de la selección porque quería otro tipo de delantero, yo sigo insistiendo en que fue un problema personal. Todas las opiniones son respetables, por supuesto, y a mí me gusta el fútbol...

Andrea buscaba algunos clásicos de ciencia ficción de su infancia y alguno encontró, pero otros ya le advirtieron en alguna caseta que sería imposible encontrar. Además, algún libro de historia militar española, tema que le apasiona, hacían subir el número de bolsas en sus manos y el peso de las mismas. En seguida encontramos a un autor que no he leido, pero del que me han hablado muy bien, Jerónimo Tristante, que firmaba ejemplares de su novela "El enigma de la calle Calabria", que añadí a mi "cesta de la compra", porque este es el tipo de novela que se lee bien en transporte público, y con las 3 horitas que tengo que pasarme en él todos los dias...

Ya estaban empezando a pasar factura el calzado y el número de libros a Andrea cuando nos encontramos a un personaje importante en la historia de la transición española, sobre todo en la Comunidad de Madrid, de la que llegó a ser presidente, me atrevería a decir que el mejor que ha tenido. Don Joaquín Leguina firmaba ejemplares de su última novela, "La luz crepuscular", que también compré, por supuesto. Tuve también una pequeña charla con él, en esta ocasión sobre política, sobre ese personaje que tanto daño ha hecho a Pinto y al PSOE de la localidad, Antonio Fernández, del que me dijo textualmente "no me gustó desde el primer día en que le conocí". Le comenté que la clase política actual no me merece confianza, a lo que me contestó que el problema es que los políticos actuales entraron en un partido cuando eran unos críos, empezaron a trabajar como políticos y no saben hacer otra cosa. Y en concreto me hizo una pregunta retórica: "¿Tú qué crees que ha hecho Zapatero en su vida?". Personajes como este merecen la pena ser escuchados y leidos.

En este punto me había quedado sin dinero con lo que tuve que meterme en una de esas oficinas móviles de Cajamadrid que había repartidas por toda la Feria para poder ir a comer o tomar algo, porque ya a esas alturas, había decidido no comprar ningún libro más. Andrea protestaba por su dolor de pies y yo le decía a modo de broma que no pesaban los libros, sino las bolsas. Nos sentamos un rato a descansar y nos fuimos a comer a un restaurante cercano. Una paella bastante pasada y una chuleta de cerdo compusieron el menú, además de un café y una copa, que para eso era fiesta, ¿no? Finalmente, tuvimos que ir a unos grandes almacenes para que Andrea comprara un calzado cómodo y cambiarlo por sus torturadores zapatos de tacón.

Y finalmente, unas cervecitas en un par de terrazas, hasta que, cuando miré el reloj, faltaban diez minutos para que comenzara el concierto de Divertimento Folk al que quería asistir en la Sala Galileo. Como estaba lo suficientemente lejos como para no llegar a tiempo, me quedé con las ganas, ya que tienen disco nuevo y me apetece conseguirlo. Otra vez será, espero que pronto...

Como Andrea debía coger su autobús, me vine para casa con mis bolsas de libros, y riendome del divertido día que pasamos a costa de unos zapatos de tacon y unos libros que no pesan tanto, porque de verdad, comprobadlo vosotros, no pesan los libros, pesan las bolsas...

sábado, 12 de junio de 2010

Buscando una identidad a "Lolita"




"Lolita" es el tercer single del disco "Metamorfosis" de Vega, y la cordobesa nos propone en su blog, en vista de la poca promoción por parte de las radios convencionales que está teniendo, buscar alternativas para hacer llegar a la gente esta canción. Y promete un premio al más original...


Y bueno, hay muchas formas de hacerlo, seguro que mucho más efectivas que la que yo voy a proponer aquí. Me propongo a, basándome en la personalidad que se intuye al escuchar la canción, darle una vida a Lolita. Quiero darle una historia, incluso antes de su nacimiento, hasta el momento en que se encuentra actualmente. Y para ello, os pido ayuda, que cada uno que quiera, aporte su granito de arena para construir la biografía de nuestra heroína. ¿Alguien se atreve? Yo voy a empezar, y quien se atreva a seguir, que deje su parte en los comentarios. Cuando tengamos suficiente, le damos forma a un relato que me comprometo a entregarle a Vega de parte de todos...

LOLITA, algún día será...

Ya lleva varias semanas ahí. No tiene consciencia de haber estado antes en otro sitio. Todos sus recuerdos y sensaciones se circunscriben a ese oscuro, pequeño y húmedo lugar. Está a gusto y sin embargo quiere salir. Su intuición le dice que falta poco. Escucha voces fuera, no puede ver pero sí oir, aunque no entiende muy bien lo que pasa. Se siente protegida y sin embargo sueña con volar, salir de ahí y experimentar nuevas sensaciones. Su mente no para de imaginar, desear, sentir... Pero sigue ahí, notando como ese lugar se hace más pequeño y que su cuerpo cambia. Parece que hay cambios, sin darse cuenta, su cuerpo se mueve hasta adoptar una posición distinta y nota la agitación que se produce en la cavidad que la contiene. Escucha voces, incluso gritos, nota como si todo a su alrededor se moviera más deprisa. Algo que no puede explicarse le obliga a empujar con su cabeza. Pasa el tiempo, aunque ella no comprende todavía lo que significa, hasta que por fin, la oscuridad, la humedad, la sensación de protección desaparecen, y sólo está la luz, no puede ver nada, pero ahora ya no está oscuro. Nota que algo la coge, la mueve... Y de pronto, sin tampoco saber por qué, un llanto intenso, casi imposible de calmar, sale de su cuerpo a través de la boca. Todos rien, lloran de alegría, y finalmente alguien la deposita sobre una superficie cálida y con un olor inconfundible. Se siente protegida y deja de llorar. Sabe que, aunque no está en aquel pequeño hueco húmedo y oscuro, ese cuerpo sobre el que la han colocado es el de quien va a protegerla siempre, antes de la luz y desde ahora todos los días de su vida.

Ella no entiende lo que dicen. Todavía no puede entender, pero sí que se puede escuchar algo. Alguien dice: "¡Es una niña!" y alguien contesta: "¡Se llamará Dolores!ª.

Y hasta aquí llegamos. Lolita acaba de nacer. ¿Alguien le empieza a dar una vida? ¡No me dejéis el trabajo a mí solo!


jueves, 10 de junio de 2010

Waka Waka

Ultimamente he escrito poco en el blog, porque el trabajo es lo que tiene, que cuando llega de golpe, no hay manera de quitárselo de encima. Y hoy que ando un poco más tranquilo y desocupado, os voy a dejar aquí una curiosidad. Supongo que quienes tengan cierta edad y sean de Pinto como yo, van a recordarlo.


El caso es que en los últimos días no hace más que aparecer en los medios la canción de Shakira, "Waka Waka, esto es Africa", y el estribillo me recordaba a una canción que tuve ocasión de pinchar bastante en mis tiempos de la radio, allá por la segunda mitad de los ochenta. Una canción que cantaban unos chicos de Pinto que se llamaban Cuenta Pendiente y que se titulaba "Isla Palmera". Fue un único disco, con cierta repercusión en las radiofórmulas, precisamente con ese tema. Después de ese disco, nada de nada, pero de vez en cuando se me escapaba el estribillo que Shakira me ha hecho recordar...


En realidad, el estribillo es una canción que parece ser popular de Camerún, pero que no se conoce muy bien su origen. De todos modos, Shakira o Cuenta Pendiente, me harán cantar de nuevo el estribillo durante todo este mes mundialista que empieza mañana...

¡Tenemos DVD!

Sí, tenemos DVD de nuestro equipo de fútbol sala. Gracias a los amigos que cogieron la cámara e hicieron fotos de los partidos y de todo lo que les rodeaba, hemos conseguido elaborarlo con todo el cariño. Sobre todo, es para los jugadores, trabajadores con discapacidad intelectual la mayoría, que han dado un ejemplo de deportividad y compromiso.


¿Y sabéis lo mejor? Pues que los propios jugadores están pidiendo más, que nos apuntemos a una Liga de más equipos, que participemos en el maratón de fútbol sala que celebran para las fiestas de San Agustín de Guadalix el mes que viene... Son insaciables y contagian el optimismo, así que me estoy pensando el apuntar al equipo a ese maratón o a algún otro, que hay muchos por las cercanías. Con esta gente se puede ir a cualquier sitio.

Por supuesto que seguiremos adelante, mejorando, y algún día, ganaremos partidos...

martes, 1 de junio de 2010

"Dime quién soy", de Julia Navarro, una gran novela

Acabo de terminar de leer esta maravillosa novela. Puede que al ver el tomo de casi 1.100 páginas, muchos se echen para atrás y no quieran leerla pensando que será un tocho infumable como hay muchos. Pero no, puedo asegurar que no es así. Es un apasionante relato que engancha y uno puede estar leyendo durante horas sin darse cuenta.

En la novela, un periodista recibe el extraño encargo de bucear en la vida de su bisabuela, una mujer que abandonó a su marido y su hijo poco antes de la guerra para irse con un revolucionario. Tendrá que ir reconstruyendo el puzle de la vida de Amelia Garayoa, una vida marcada por los hombres a los que amó, y una vida llena de aventuras y sufrimiento. Una mujer de apariencia frágil que fue capaz de hazañas increíbles y que fue una destacada espía tanto durante la II Guerra Mundial como en los años de la Guerra Fría. Lo que nunca hará Amelia durante toda su vida es traicionar a sus principios. Sin duda, un retrato de la historia del siglo XX. "Dime quién soy" es un retrato de quienes vivieron apasionadamente un siglo lleno de turbulencias ideológicas y de vaivenes políticos.

No soy asiduo lector de Julia Navarro, pero me ha convencido su narrativa, y además, el libro sirve como recordatorio de una historia que algunos hemos vivido casi de pasada, pero que conviene tener en cuenta para no volver a repetir los errores de aquellos que, doblegando voluntades quisieron acabar con la libertad de los seres humanos. No cabe duda de que es una gran obra que merece la pena leer.



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